Comprar un reloj hoy puede ser una experiencia única. No solo hay tantos relojes para elegir, también hay muchos tipos de relojes con costos que van desde un dólar hasta el precio de un coche. Entonces, ¿qué comprar? Para ayudar al cliente neófito y no tan neófito, le presento una nueva guía para compradores de relojes modernos.
Abra cualquier catálogo, visite cualquier sitio web de compras, ingrese a cualquier tienda de joyas y verá una sorprendente variedad de relojes. Grandes, pequeños, negros opacos, brillantes de acero, nunca ha habido tantos relojes para elegir. Y no son solo diferentes marcas o modelos. Parece como si cada año a alguien se le ocurriera un nuevo tipo de reloj. ¿Eres un golfista? Hay un reloj perfecto para ti. Eres aficionado al ciclismo? Aqui tienes. Comprar un reloj online puede ser también desalentador debido a la variedad y estilos disponibles, además que proliferan las tiendas de compra en línea como por ejemplo esta tienda.
Pero no siempre fue así. Hubo un tiempo, no hace mucho atrás, cuando un hombre era dueño de un solo reloj. Ser propietario de más de uno era tan extraño como querer tener una docena de automóviles. Un reloj es una posesión muy personal que hace más que decir la hora: es una muestra de estatus, riqueza, aspiración e incluso una cuestión familiar. No fue y no es en absoluto inusual que un reloj se transmita de padre a hijo, y el reloj de oro regalado al momento de la jubilación es una muestra común de respeto y camaradería.
Esto se debe a que los relojes no son solo tecnología, y no son solo joyas. De alguna manera, son la forma de tecnología más personal que existe, ya que sus dueños a menudo usan el mismo reloj durante décadas y los tratan como reliquias personales.
Están desgastados por su apariencia, pero también tienen una función práctica, quizás más de una. A menudo son artículos de valor real hechos de metales preciosos, pero son mucho más que obras complejas terminadas en oro o platino. Transmiten tu posición en el mundo. Actúan como una declaración personal.
Hubo un momento en que simplemente ser dueño de un reloj era como tener tu propia nave espacial personal, pero incluso hoy en día cuando los relojes pueden costar menos que un periódico, todavía tienen un lugar especial. Y debido a que vivimos en una era altamente competitiva e individualista, el reloj existe en un ambiente perfecto para mutar y evolucionar en un jardín de variedades desconcertante.
Hoy en día puede simplemente elegir entre relojes analógicos y digitales. Los ya famosos smartwatches han dominado el mercado. La gente necesita tener una función GPS y poder llamar a quien sea y en donde sea. La hiperconectividad nos ha permitido estar más cerca, o al menos eso parece. Si quieres comprar un smartwatch, es muy importante que te fijes si es compatible con el sistema operativo de tu teléfono inteligente o Tablet.
Comprar un reloj tiene que ir alineado con tu personalidad y gustos. Puede llevar su tiempo pero al final verás la recompensa.