Los principales estilos de dirección empresarial

Hablemos de los principales estilos de dirección empresarial, tema de importancia central cuando se trata de definir el rumbo y la orientación de una empresa. El estilo en la dirección de la misma es determinante para aprovechar los recursos disponibles, y adaptarse convenientemente a los cambios que surgen durante su evolución.

Un estilo de dirección no es bueno ni malo en sí mismo, se elige en función de los objetivos a lograr y las características de quienes colaboran para su consecución.

 

¿POR QUE SURGEN  LOS PRINCIPALES ESTILOS DE DIRECCIÓN EMPRESARIAL?

El objetivo de la dirección es llegar a las metas planificadas combinando eficazmente los recursos humanos y técnicos a su disposición, mediante estrategias adecuadas de planificación, supervisión, gestión y control. Como en cualquier actividad humana, es posible alcanzar estas metas de muchas maneras.

Aquella persona encargada de dirigir el trabajo, también ha de gestionar el de las otras personas, según lo crea conveniente. La personalidad del director es determinante al momento de establecer un estilo de dirección empresarial, de los que, como veremos, hay varias categorías.

Los principales estilos de dirección empresarial forman parte fundamental de todas las organizaciones, pequeñas o grandes. Los reconocemos en novelas y en películas, en las instituciones educativas, gubernamentales  y en todo nuestro entorno.

No necesariamente quien determina el estilo es el empresario, aunque muchos empresarios son directivos también, el primero aporta el capital y escoge el tipo de empresa, el segundo se encarga de llevar a cabo la planificación y gestionar el logro de los objetivos.

Estos son los principales estilos de dirección empresarial, seguramente al adentrarnos en su descripción nos sentiremos identificados con uno o varios de ellos, e igualmente los reconoceremos en las figuras de algunos colaboradores  a lo largo de nuestra vida laboral.

 

 

UNA CUESTION DE ESTILO:

 

  1. Estilo autocrático

Este estilo gira alrededor de la clásica figura del jefe. Es el o ella quien toma todas las decisiones y emite las órdenes correspondientes, delegando el mínimo de trabajo.

De igual manera se encarga de planificar y distribuir las actividades sin consultar a los subordinados. Es un estilo ventajoso en cuanto a rapidez se refiere, ya que las decisiones no tienen que ser procesadas por un grupo de personas sino tomadas por una sola.

¿Las desventajas? Se genera un ambiente tenso en el que los trabajadores no se sienten motivados, ya que sólo siguen órdenes ciegamente y su opinión no es tomada en cuenta. El líder que asume este estilo siempre lleva sobre sí el peso de la todas las responsabilidades, mientras que los subordinados tienen un rol bastante limitado.

 

  1. Estilo democrático

Uno de los principales estilos de dirección empresarial: aquí el consenso lo es todo, ninguna decisión se toma a menos que sea por unanimidad, y esta es una diferencia fundamental con el estilo autocrático, pues las decisiones son procesadas por un grupo que, mientras más numeroso sea, más tiempo se llevará en ellas.

El líder de este estilo se asegura de que las normas se cumplan, impone los límites, establece los procedimientos y simplemente deja que los subordinados hagan todo el trabajo. Es ventajoso en el sentido de que los trabajadores se sienten importantes, ya que sus opiniones son tomadas en cuenta y esto genera un buen ambiente dentro de la organización.

 

  1. Estilo consultivo

Este estilo de dirección empresarial es intermedio entre los anteriores y admite muchas variantes, por ejemplo, un director persuasivo puede haber tomado ya una decisión, pero la presenta ante el grupo y los orienta de tal forma que sienten que son ellos quienes la han tomado.

Otra postura acorde a este estilo, es la que asumen algunos directores que escuchan todas las sugerencias para resolver un problema y luego toman una decisión final, pudiendo esta, como es lógico, no ser del agrado de todos.

 

  1. Estilo liberal

Un estilo que requiere la aceptación de todos los participantes, que a la vez reviste mucha improvisación, en el sentido de que los objetivos pueden no estar totalmente claros.

Es un estilo de dirección empresarial que se basa en evitar conflictos y que es lo suficientemente permisivo, como para dejar en libertad a los subordinados de ejecutar sus labores dentro de los límites que el director haya impuesto, que pueden ser más o menos precisos.

Tiene la ventaja de que los trabajadores se sienten libres del peso que implica una presión excesiva, considerando al director como un elemento más del grupo. Sin embargo, llevado al extremo, este estilo de dirección tiende a la dispersión de los esfuerzos, a menos que se le añada una dosis de autoridad y organización.

 

  1. Estilo paternalista

Casi un cliché, este es uno de los principales estilos de dirección empresarial, que oscila entre el autocrático y el liberal, tal como podría hacerlo un padre con sus hijos. Es muy protector con los subordinados, se interesa por sus problemas y circunstancias, pero aunque con frecuencia realiza consultas, es quien finalmente toma las decisiones, da las órdenes correspondientes y detenta la máxima autoridad.

 

  1. Estilo burocrático

Aquí predominan las normas, las reglas, y una estructura jerárquica, son los fundamentos de este estilo de dirección. Todo debe hacerse acorde a lo establecido y es mediante el seguimiento estricto de instrucciones, que se alcanzarán los objetivos.

Puede parecer un estilo un tanto rígido y de hecho, es así la mayoría de las veces, sin embargo, es el estilo indicado para determinado tipo de tareas riesgosas,  cuyos procedimientos ya estén bien establecidos, y que en caso de ser seguidos estrictamente, lleven a situaciones peligrosas.

 

  1. Estilo institucional

Este estilo de dirección empresarial reúne algunas de las mejores características de los estilos anteriores, ya que el directivo que lo sigue se adapta a las situaciones que van surgiendo a medida que se desarrolla el trabajo. La comunicación es importante para desarrollar un buen estilo institucional, así como la tolerancia y la confianza. La motivación es parte fundamental de este estilo, así como la participación.

 

Los principales estilos de dirección empresarial descritos constituyen una guía más que todo descriptiva. En la práctica, un directivo exitoso puede asumir más de uno, si la situación así lo amerita. Frecuentemente se dan casos cuya naturaleza amerita una decisión rápida por parte de un directivo autocrático para solventar, en otras ocasiones el devenir del trabajo permite un estilo liberal y relajado para los subordinados.

En una organización con varios niveles, un estilo puede ser más apropiado que otro, dependiendo del nivel en que se esté. En algunos, sobre todo los que agrupen muchos subordinados, puede que se requiera un estilo autocrático o uno paternalista, mientras que en otros, el estilo que mejor se adapta es el consultivo. Lo más recordable siempre será mantener cierta flexibilidad y mucha, pero mucha capacidad de adaptación.

 

Autora: Fanny Zapata

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